viernes, 13 de agosto de 2010

Compañeros de Trabajo. ¿Quién está a mi lado?

Por su nombre
Por Jorge Mosqueira

El IG Nobel es un premio paralelo respecto de aquel que todos conocemos desde principios del siglo pasado, y se concede en Suecia y Noruega. Se trata de un reconocimiento a investigaciones no ortodoxas, pero investigaciones al fin, que pueden provocar sorpresa en un primer momento, pero obligan a pensar sobre utilidades y efectos que, de no existir estos galardones, pasarían desapercibidos.

Este año se entregó un premio al estudio realizado por científicos de la Universidad de Newcastle, donde se comprobó que aquellas vacas que eran tratadas por su nombre y con afecto daban 214 litros más de leche por año. Los 516 granjeros que participaron de la muestra confirmaron que identificaban a todas las vacas de sus cabañas con nombres de flores o árboles, aun cuando se tratara de más de 300 ejemplares.

Es imposible desperdiciar un ejemplo más contundente, a pesar de que se trate de simples vacas lecheras, sobre los resultados cuantitativos basados en una relación personalizada. Ningún gurú de este mundo podría exponer con más claridad sobre los efectos del vínculo entre dos seres vivos. Las teorías y prácticas sobre gestión de recursos humanos, administración de talentos, management participativo, y toda otra propuesta sobre la importancia de la calidad de la relación para la obtención de mejores resultados se resumen en este estudio realizado por Catherine Douglas y Peter Rowlinson en el rubro medicina veterinaria.

Pero también hay quienes aseguran que hablándoles cariñosamente a las plantas, éstas florecen con más brío, lo cual amplía las posibilidades del buen trato más allá de las estadísticas que proporciona la experiencia vacuna.
Estas comprobaciones no hacen más que plantear un enorme interrogante respecto de las articulaciones entre seres humanos, en especial cuando se trata de relaciones de trabajo. Con demasiada frecuencia se utiliza menor grado de importancia a la demostración de afecto y reconocimiento con los empleados y operarios que integran una organización laboral que la que se expresa con las mascotas. Hay un misterio, tal vez, en esa distancia que se asume cuando hay otras personas que trabajan en un nivel inferior. El desconocimiento del nombre, que equivale a una identidad específica, un ser que se llamará María, José o lo que sus padres le hayan elegido para llamarlo a la mesa.

No es de buen gusto comparar personas con animales, aunque tienta aconsejar a cualquier supervisor, de cualquier rango, que por lo menos recuerde los nombres de la gente con la que trabaja, tomando la experiencia de las vacas de Newcastle.

Nota publicada en:

Para reflexionar:

¿Sabemos quién es la persona que se sienta al lado nuestro? ¿Nos preocupamos sinceramente por lo que le pasa? Cuando vamos a una reunión ¿sabemos el nombre de cada uno de los integrantes y cuáles son las tareas que realiza?
El sentido de esta publicación es que empieces a tomar conciencia de cómo manejás tus relaciones humanas dentro de tu trabajo y qué podés hacer para mejorarlas.
Muchas veces nos encontramos con personas que nos saludan alegremente e incluso mencionan nuestro nombre, y quedamos sorprendidos sin tener una mínima idea de quién es esa persona. Tal vez lo conocemos de alguna reunión, tal vez de algún curso que tomamos juntos. Pero no recordamos ni su nombre, ni en qué sector trabaja.

Por empezar te propongo que cada vez que conozcas a una persona nueva dentro de tu trabajo busques aprender su nombre y en qué sector trabaja. Empezar solo con estos datos. ¿Para qué? Muchos son los motivos para saber con quien trabajamos. Entre ellos, comenzar a tener referentes de distintas áreas cuando se nos presente alguna duda y empezar a tener identidad para los demás.
Si conocemos a determinadas personas y las saludamos cuando las vemos, e incluso nos detenemos unos segundos para saber cómo están, esas personas también nos identificarán a nosotros y si sabemos movernos en las relaciones humanas, pasaremos a ser los referentes para ellos de los temas en los que estamos especializados.

Cuando te encuentres con una persona, dirigite utilizando el nombre. Hay encuestas que dicen que para la mayoría de las personas su palabra favorita es su nombre, por lo tanto al dirigirte a alguien usando su nombre, estarás ganando su simpatía.
Formá tus propias impresiones de las personas que conozcas. Muchas veces nos pasa que cuando vamos a una reunión donde nos encontramos con alguien por primera vez, solemos consultar a nuestros conocidos cuál es su opinión sobre esa persona. Esto nos condiciona, el otro podrá haber tenido buenas o malas experiencias y su opinión puede no estar bien fundada. Por lo tanto, te proponemos que cuando conozcas a una persona busques formar tus propias opiniones de quién tenés enfrente, sabiendo también que tus juicios no son la verdad de la personalidad de la otra persona, es tan sólo tu opinión.

Resumiendo:

- Buscá conocer nombre y sector en que trabajan las personas que conozcas, en la situación que sea que se conozcan.
- Dirigite a las personas utilizando su nombre de pila o de la manera en que les guste ser llamados.

- No compres los juicios de los demás respecto de cómo es una persona, sino que buscá formar los tuyos propios, sabiendo que no es la verdad. Es sólo un juicio.

Preguntas para crecer:

- ¿Tenés objetivos claros respecto de tu crecimiento laboral? ¿Estás trabajando para obtenerlos? ¿Qué necesitás? ¿A quién le podrías pedir ayuda y todavía no lo estás haciendo?
- ¿Tenés contacto con aquellas personas que te permitirán crecer laboralmente?
- ¿Qué necesitas para conocerlas?
- ¿Qué te falta para generar ese contacto? ¿Cuándo lo vas a estar generando?
- ¿Qué te impide conocer realmente a las personas con quienes trabajas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario