domingo, 15 de mayo de 2011

Odiosas Comparaciones

En la revista que sale los domingos con el diario La Nación hay una sección muy pequeña que lleva el mismo título que este posteo. Todos los domingos pongo especial atención en ese segmento. Y me encuentro con algunas particularidades:
-          - Comparaciones que no tienen mucho sentido. Ej: 1 elefante pesa lo mismo que 15 tigres.
-          - Inexistencia de comparaciones. Ej: De los 10 mayores productores de tomate del mundo, sólo Brasil no lleva el color rojo en su bandera (¿?).
Al leer este segmento, comencé a buscar cómo es que ocurre algo parecido en nuestra vida. Y lo encontré.
Enfocado en el aspecto laboral, comencé a escuchar las comparaciones que hacemos, el poco sustento que existe en las mismas y en el sufrimiento que nos instalamos al hacerlo. Nos preocupamos por cuál es el sueldo de nuestros compañeros, quién trabaja más o menos, o cuántos días se tomó aquel por enfermedad en el año.
Desde mi mirada, este tipo de conversaciones nos instala en la envidia, los celos, la bronca y el resentimiento. Y nos cuesta mucho salir de ellas, sobre todo porque tenemos hechos que nos demuestran que estamos en lo cierto, por ejemplo que aquél gana más dinero que yo. Pero yo me hago, y te hago, una pregunta ¿Para qué sirve compararse con el otro? ¿Tiene un motivo?
Estas preguntas tienen respuestas. Y no sólo una, varias. Podemos decir que es necesario para saber si mi trabajo está bien remunerado o no, para pedir un aumento de sueldo o una mejora en las condiciones laborales. Yo agregaría que muchas veces estas comparaciones nos sirven para sentirnos bien si tenemos mejores condiciones que los demás.
De todas maneras, lo que quiero mostrarte es que compararnos con otro nos deja en un lugar de impotencia, ya que no podemos modificar los hechos, si es que podemos asegurar que todos son hechos. ¿Cuántas veces estamos seguros del sueldo que gana tal o cual y jamás hemos visto su recibo de sueldo haberes?
Podría asegurar que todos nos comparamos con los demás alguna vez. Y lo volveremos a hacer alguna vez. Por lo tanto, salir de estas conversaciones rapidamente es un paso importante para el bienestar laboral. Y, entonces, me pregunto ¿En qué nos vamos a enfocar si dejamos de prestar atención en los beneficios que tienen mis compañeros? Te propongo que te enfoques en vos, en tus condiciones laborales, en tu sueldo, en lo que vos querés. Y puedas buscar tus mejoras basándote en tu trabajo, en tus logros, en vos.
Tu vara de comparación sos vos mismo. Buscar tu propia superación es un camino lleno de desafíos, de entusiasmo, de felicidad. Para poder recorrer este camino hay dos puntos importantes a tener en cuenta. Primero, descubrir en dónde te encontrás en este momento. Y después saber donde querés estar. En esta imagen no hay otros para compararnos.

2 comentarios:

  1. Muy interesante y verdadero, adriana giannini

    ResponderEliminar
  2. ...lunas
    de miel
    con luz
    y mi piel
    del contraluz
    a Navidad
    con paz
    y felicidad
    MARIANO para tí...


    desde mis Blogs Horas Rotas y Aula de Paz
    venturoso AÑO 2013.


    j.r.s.

    ResponderEliminar